lunes, 11 de mayo de 2015

La Chica Mecánica (Paolo Bacigalupi)




La Chica Mecánica
Paolo Bacigalupi
Alfaguara (DeBolsillo)
Traduc. Manuel de los Reyes Campos
2011

Desde que La Chica Mecánica (The Windup Girl) ganó todos los premios posibles de ciencia ficción (Hugo, Nebula, Compton Crook) y que la revista Time la nombrara como el mejor libro de ciencia ficción del año, estaba en la lista de pendientes y luego sería una lectura que siempre estaba allí, iniciándola en repetidas oportunidades.

Y es que aunque el libro tiene una hermosa portada y un tratamiento brillante, su lectura resulta difícil. La chica mecánica a la que hace referencia no es más que uno de los varios personajes que pueblan la novela donde ninguno resulta ser un personaje principal. La historia transcurre un una Tailandia futura, distópica e inmersa en un mundo caótico como resultado del control sobre los cultivos. AgriGen es la empresa que representa este control y Anderson Lake su hombre de confianza de la empresa, Su misión es tomar control del objeto más preciado del lugar: el banco genético que permanece resguardado en el reino tailandés. Para pasar inadvertido, Anderson Lake trabaja en una empresa que produce "muelles percutores" para generar "julios de energía" en donde su mano derecha es un anciano llamado Hock Seng, que trabaja en un ordenador "a pedales".


Y es que hay escasez de petróleo y todas las fuentes de energía son mecánicas.  En resumen: el mundo se encuentra al borde del caos energético, las fuentes alimenticias son controladas por monopolios, la tecnología genética se ha salido de control (ya no existen gatos sino unos reemplazos por unos "chesires") y el Tailandia la debilidad política y la corrupción desencadenan una serie de acontecimientos en donde todos terminan en un vórtice de terror.

Y aún hay más personajes. Jaidee y Kanya son empleados del ministerio de ambiente que terminan involucrados en los complejos sucesos políticos y el ministerio de comercio resulta ser una fuerza indetenible y en continuo complot contra el orden. Mai, una niña testigo de los acontecimientos y relacionada a la fábrica que funciona como tapedera en las actividades de Andreson Lake. Y al final, Emiko, un "neoser", una chica mecánica de construcción japonesa, obligada a ser parte de un espectáculo de degradación moral en un prostíbulo local. Sus desventuras se cruzan a lo largo de la historia una y otra vez.

Y aquí es donde la novela resulta complicada de leer. Los personajes aparecen una y otra vez y a veces no es claro quien es quien hasta que la historia va avanzando. La narración está llena de términos que se van explicando mientras va avanzando la lectura (los ngaw, los mahouts, los megodontes, kuhn, tamade, phii...) y aunque la acción puede llegar a ser trepidante, hay momentos en que el tono baja las revoluciones y desengancha al lector. Personalmente intenté iniciar la lectura en dos oportunidades y me encontré con un primer capítulo largo y cansado. Luego mejora el estilo pero toma casi la mitad de libro empezar a comprender la situación.

¿Y porqué el título si es que Emiko es un personaje más de la novela? Aunque todos los personajes conspiren y tengan planes que terminan empequeñecidos por la realidad, Emiko es la que termina más empequeñecida, torturada, odiada y perseguida. En un neoser, y los neoseres son aberraciones de la naturaleza creada por el hombre.

Es interesante que el autor proponga que en un mundo tan caótico y con pandemias a la vuelta de la esquina, las religiones y su significación cobren una importancia capital. Somchai, subalterno de Jaidee, comenta con él sobre los chesires:
- Se aparean. Comen. Viven. respiran -Esboza una ligera sonrisa-. Ronronean si los acaricias.
Jaidee pone cara de asco.
- Es verdad. Los he tocado. Son reales. Como tú y yo.
- Son simples cascarones vacíos, sin alma.
Somchai encoge los hombros de nuevo.
- Quizá incluso las mayores aberraciones de los japoneses estén vivas, a su manera... ¿a dónde han ido las almas? ¿A los japoneses tal vez? A los neoseres?
¿Los gatos reemplazados tenían almas? ¿Emiko es un ser sin alma y por eso se la puede someter a las más viles de las torturas?

Bacigalupi hace una exhibición de imaginación superlativa, aunque no por eso poco probable. Las ficciones futuristas ya no suelen consistir en una sociedad utópica en donde la belleza y los placeres están asegurados (como en un Mundo Feliz de Aldus Huxley) y tampoco un lugar dominado por las computadoras y la tecnología que ha puesto en jaque a la humanidad (como en las realidades cinematográficas de Terminator y Matrix). Por el contrario, es un mundo sin recursos, arrasado por el hombre mismo, inundado por la corrupción y el desorden, lo más parecido al mundo de Philip K. Dick de Blade Runner. De hecho hay cierto paralelismo con la narración de Dick: donde Bacigalupi llama a su novela "La Chica Mecánica", la película de Ridley Scott esta basada en el libro ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?.

Sólo que en el reino de Tailandia las ovejas son mecánicas o peor aún un experimento genético y esto hace de este mundo un sitio duro y extraño, pero no por eso improbable. ¿Es posible que el mundo se quede sin energía de fácil extracción? ¿Es posible acabar con la diversidad genética y reemplazarla con productos industriales? Hay muchas preguntas que quedan sin respuesta en La Chica Mecánica y muchas historias que no tienen una conclusión final,

¿Vale la pena superar las más de 400 páginas de este Biopunk? Bacigalupi sorprende con una narración vívida de un mundo no sólo posible sino apocalíptico. Nos hace reflexionar sobre los peligros de la patente de genes, la incursión de la bio-ingeniería y la corrupción que vendría asociada a esta. Es una realidad deprimente y por eso no apta para quienes esperan un final feliz. Si buscas una lectura ligera esto libro no es para ti.

Si quieres sumergirte en un mundo de ficción distópico y oscuro, esta novela, ya de culto, te espera.

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