Patrick Modiano
1997
Seix Barral
Biblioteca Formentor
Traducción: Marina Pino
El 7 de diciembre del 2014 a las 17:30
de la tarde un emocionado Patrick Modiano pronunciaba el tradicional
discurso de aceptación del premio Nobel de Literatura en el Salón de la Bolsa
de la Academia Sueca en Estocolmo. El hermoso salón dorado, decorado con estatuas
blancas e impresionantes arañas de cristal, lucía repleto.
Las primeras palabras del
escritor francés fueron:
Quiero
decirles que estoy muy contento de estar con ustedes. Estoy conmovido porque me
han otorgado el Premio Nobel de Literatura. Es la primera vez que hablo ante un
público tan numeroso, y estoy temblando un poco.
Sin embargo, a pesar de su timidez
crónica, Modiano pronunció un lúcido discurso en el que habló de lo que
significa la literatura para un hijo de la post guerra y del papel del lector
en la dinámica interminable de la expresión escrita.
En uno de los pasajes del
discurso, el ganador del Premio Nobel de Literatura 2014, refiriéndose a las
dudas que asaltan al escritor en medio
de una obra, dijo:
Es
como estar al volante por la noche en invierno y seguir manejando en medio de
la bruma y la nieve, sin visibilidad. Usted no tiene otra opción, no se puede
dar marcha atrás. Debe seguir avanzando por el camino diciéndose que con el
tiempo será más seguro y la niebla se disipará.
Patrick Modiano sabía bien de qué
hablaba. “Dora Bruder”, su fabulosa obra, refleja en sus 127 páginas esa
apuesta por lo desconocido, esa necesidad irreprimible por continuar a pesar de
la incertidumbre y esa imposibilidad absoluta para detenerse, para claudicar.
La lectura casual de un aviso en un viejo ejemplar de 1942 del periódico Paris-Soir dio inicio a una aventura dolorosa, llena de dificultades, luchando contra el olvido.
París
Se
busca a una joven, Dora Bruder, de 15 años, 1.55 m, rostro ovalado, ojos gris- marrón,
abrigo sport gris, pullover burdeos, falda y sombrero azul marino, zapatos
sport marrón. Ponerse en contacto con el señor y la señora Bruder, bulevar
Ornano, 41, París.
Modiano reconoció en el viejo
aviso lugares que había recorrido con frecuencia al lado de su madre en el
pasado. Y detectó en el tono trágico del anuncio el desamparo de toda una
generación. Luego de ello ya no podrá dar marcha atrás, la necesidad de
reconstruir esa biografía y a través de ella, de forma simbólica, la de toda
una época, lo llevará a través de una estremecedora aventura contra el olvido confrontándose
paso a paso con el dolor y la barbarie de una época infame.
Reconstruir la biografía de Dora,
especialmente la de los días entre la fuga del internado y la aparición de su
nombre en una lista de internos en el campo de concentración de Auschwitz
significará para el autor un esfuerzo descomunal no solo desde el punto de
vista físico, sino además y sobre todo desde la óptica moral. Los datos que
quedan disponibles son escasos, las pistas con que se cuenta insuficientes, la disponibilidad
de algunos testigos para recordar los hechos casi nula. Como avanzar en medio
de la bruma, sin visibilidad.
Pero es menester seguir
adelante. Modiano siente una necesidad
imperativa por conseguir respuestas. Por Dora, por su propio padre, por todos
aquellos que por una infamia lo perdieron todo, pero además por él mismo.
El libro completo refleja el
esfuerzo del autor por rescatar esa historia del olvido. Con magistral cálculo
va construyendo una obra de una precisión casi quirúrgica y de una
trascendencia histórica inmensa.
Al final, y a pesar de los pocos
datos concretos que se logra recuperar, la obra constituye un manifiesto en
contra del olvido y una promesa hacia las víctimas de que la barbarie no se
repetirá.
Como corolario, un párrafo final
monumental, que por obvias razones, basadas en el respeto al lector, no
reproduciremos en esta reseña.
Nada más por decir.
‘Dora Bruder’ es un libro que
debe ser leído.