George Orwell
Editorial DeBolsillo
Colección contemporáneo
Traduc. Manuel Piñón García
2011
Publicada en 1934, es la primera
novela de George Orwell, una de las
voces más lúcidas y preclaras del siglo
XX.
Después de leer sus principales obras:
1984, Rebelión en la granja y Homenaje a Cataluña, encontrarse con este libro
escrito por un Orwell de 30 años puede llegar a ser una experiencia fascinante.
Orwell describe con maestría escenarios
y situaciones que vivió en carne propia en sus años como policía imperial
británico en Birmania.
Este es el relato de la agobiante
vida en la pequeña villa birmana de Kyauktada, colonia del imperio
británico en sus últimos días previos al inicio de la segunda guerra mundial.
Un relato sobre intrigas de
pueblo que van suscitándose entre días de insoportable calor, aderezados con
vasos de wiskey, historias románticas, desventuras amorosas y partidas de
bridge. En medio de esta atmósfera surge potente la voz de Orwell, esa que tan
bien conocemos quienes lo hemos leído.
Entre escenas de amores y
desventuras, la denuncia incisiva a las injusticias de la colonización. En
medio de relatos de situaciones delirantes, la postura rígida del autor contra
la explotación y el abuso. Entre descripciones magistrales de escenarios de ensueño,
la crítica feroz contra el totalitarismo en cualquiera de sus formas. - Un
estilo característico de Orwell para denunciar a través de la literatura -.
La historia gira alrededor del
entrañable Flory, representante de una empresa maderera y quien a pesar de su
naturaleza inglesa, y quizás debido a su afición por la lectura, el alcohol y
la soledad siente una simpatía natural por el pueblo y la cultura local,
situación poco frecuente en esa época y que genera extrañeza y hasta rechazo
por parte de sus compatriotas quienes consideran a los nativos gente de segunda
categoría.
Flory representa la postura del autor frente a la injusticia, la explotación y la corrupción de los colonizadores y se enfrenta a todo para sostenerla, asumiendo las consecuencias que de ello derive. La amistad inquebrantable con el nativo Dr. Veraswami cristaliza esta postura, una amistad sin reservas.
Juntos intentarán hacer frente a los
embistes del corrupto sub magistrado
local U Po Kyin, un nativo de buena posición cuyo único norte es alcanzar el máximo
poder posible, no importando a costa de quien logre tan deseado objetivo.
Una vez más Orwell demuestra a través de las páginas de sus obras que la nobleza y la vileza no guardan
ninguna relación con la nacionalidad, la raza o la postura política de una
persona. Sino que están relacionadas más bien con un tema estructural, con los cimientos
morales de cada hombre. Es precisamente esto lo que nos hace iguales.
Una vez más esa bendita palabra – igualdad - en la obra de Orwell como rememorando la más representativa frase de su gran obra Rebelión en la Granja:
Todos los animales son iguales, pero algunos animales son
más iguales que otros.
Los días de Birmania debe estar
sin duda en la lista de los libros imprescindibles.
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